miércoles, noviembre 25, 2015

Decepción y ruptura


Por Rafael Hernández Bolívar

El ex-canciller uruguayo, Luis Almagro, ha hecho comparsa con la derecha internacional para agredir, en pleno proceso electoral, al CNE, la institución venezolana de ganado prestigio, clave en la resolución democrática de las confrontaciones políticas en nuestro país.

Almagro fue testigo de excepción de los esfuerzos integracionistas y democráticos de la Revolución Bolivariana y, particularmente, de sus esfuerzos para la participación de los sectores excluidos de la sociedad venezolana.

Sin embargo, desde su condición de actual Secretario General de la OEA, ataca al árbitro electoral, haciendo suyas opiniones parcializadas. De esta manera, atribuye, a la mayoría de los países miembros, opiniones contrarias a las expresiones de reconocimiento y de apoyo al CNE que esos mismos países han manifestado en numerosas oportunidades.

Hoy, esos países se sienten traicionados. El elegido con sus votos le ha importado muy poco darle la espalda, no sólo a la institucionalidad venezolana, sino también a su antiguo jefe.

Prefiere hacer causa común con los ataques permanentes de EEUU contra la democracia venezolana. Francisco Palmieri, Subsecretario de Estado adjunto para América Central y el Caribe por Estados Unidos ha dicho: “Las elecciones que vienen en Venezuela son cruciales… y aplaudo las observaciones de Almagro”.

Todas las descalificaciones contra el CNE, incluidas las de Almagro, persiguen preparar el terreno para hacer creíbles las denuncias de fraude con que la oposición antidemocrática, la que no respeta las decisiones del pueblo, justifica sus derrotas electorales.

Po eso, Pepe Mujica, con toda claridad, con la firmeza moral de quien ha dedicado su vida a la construcción de caminos para la Revolución Latinoamericana, sin ambages y con la precisión de quién sabe quienes son los verdaderos enemigos, hace una ruptura radical con Luis Almagro: “Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido”.