viernes, diciembre 01, 2006

¡Voto mata conspiración!


Por: Rafael Hernández Bolívar
En los últimos tiempos, los venezolanos hemos aprendido a resolver nuestros conflictos políticos mediante el uso del voto. Incluso cuando el enfrentamiento entre intereses y posiciones amenazaban con saltar el cauce democrático, al final se adoptó un proceso electoral para redefinir los espacios de poder y dar solución final al clima de tensión. Este fue el caso de la crisis de los años 2002-2004 que desembocó en el referendo presidencial del 15 de agosto del 2004.
Pero también por el voto se decidió ponerle punto final a la IV República e iniciar un nuevo período de transformaciones profundas en la sociedad venezolana. Por el voto nos dimos una nueva constitución que recoge el programa de cambios políticos e institucionales y replantea un inédito estado derecho y de justicia social. Por el voto el pueblo venezolano ha escogido a Hugo Rafael Chávez Frías como Presidente de la República y le ha reconocido su liderazgo en la conducción de la Revolución Bolivariana.
El próximo 3 de diciembre, los venezolanos volvemos al escenario electoral a resolver nuestras diferencias mediante el voto, cosultando la opinión de todos los ciudadanos y acatando la decisión de la voluntad popular. Llegamos así a un número record de consultas electorales en los últimos ocho años. Es un dato que expresa en muchos sentidos la profundización de la cultura democrática de Venezuela.
Aunque por estas fechas el debate político no alcanzó los niveles de agresividad y de polarización que se desarrolló en procesos anteriores, sobre todo, durante el referendo de 2004; sin embargo, se percibe en el ambiente que el 3 de diciembre se está jugando algo decisivo para el futuro del país. Hay la conciencia colectiva de que ya recorrimos un camino de confrontación y, en ese camino, expusimos los discursos y desplegamos las banderas fundamentales.
El 3 de diciembre, por tanto, con el ejercicio de nuestro voto, estamos emitiendo un juicio y estableciendo una definición a los ocho años de gestión gubernamental bolivariana. Pero, igualmente, todos sabemos que con ese voto estamos decidiendo un proyecto histórico de sociedad futura, estamos decidiendo la construcción de la sociedad socialista a la venezolana.
La presencia masiva de los venezolanos en los centros de votación ejerciendo su derecho a escoger al presidente de la república es la derrota política y moral de los planes conspirativos y la manera de aislar a los conspiradores. No sólo estamos eligiendo un presidente, dando respaldo a un programa y ratificando un rumbo. También estamos decidiéndonos por la democracia.
Por todas estas razones, el 3 de diciembre es un día de júbilo nacional, de celebración de la democracia, de la sensatez y de la reivindicación de las grandes mayorías del país. Venezuela tiene un largo historial de lucha por la democracia, de conquistas de derechos ciudadanos, de voluntad de poder popular. Ese día saldremos a votar masivamente, a defender la decisión popular y a celebrar nuestra vocación y nuestra conducta democráticas.