miércoles, agosto 05, 2015

Theodorakis, el griego


Por Rafael Hernández Bolívar

Mikis Theodorakis, el gran músico griego e infatigable luchador libertario, es ejemplo excepcional de compromiso político y trabajo creador. Ha hecho una unidad monolítica entre sus ideas y sus obras, entre su producción artística y los valores y luchas de su pueblo. Ha dedicado toda su existencia a transitar los caminos de la paz, de la democracia, de la libertad, del socialismo, de la liberación y felicidad de los pueblos.
Desde muy joven se incorpora a la resistencia griega, combatiendo para expulsar a fascistas italianos y a nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Compone el himno de los partisanos, los combatientes que enfrentaron a los invasores y que, posteriormente, en una represión anticomunista brutal de los aliados, fueron exterminados y borrados del escenario político griego. Theodorakis sufrió, en carne propia, la cárcel, la tortura y el exilio.

Para 1967, la Dictadura de los Coroneles prohíbe su música mediante decreto, con la amenaza explícita de ser procesado por un Tribunal Militar quién la escuche o la promueva. Theodorakis forma el primer frente de resistencia contra la dictadura. Es hecho preso. Un gran movimiento internacional de solidaridad logró sacarlo de la cárcel y del país. 

En el exilio participa de las luchas de los pueblos por la conquista de un mundo más justo y más libre. En 1973 viene a Venezuela, al igual que muchos intelectuales comprometidos con la causa de la revolución, apoya esperanzado la candidatura presidencial de José Vicente Rangel y crea el himno del MAS. Musicaliza el poema Canto General de Pablo Neruda y realiza conciertos en solidaridad con Chile, víctima de la dictadura de Pinochet.

En nuestros días,  hace causa común con los indignados, contra las políticas imperialistas de la troika. Las limitaciones de su edad y sus aparejados achaques no han sido impedimento para participar en protestas, en promover el NO a la troika, en expresar su fe en la capacidad del pueblo por conquistar su futuro.
El 29 de julio cumplió noventa años, solidario y combativo. Sin rendirse.