martes, enero 02, 2018

Hacer de tripas corazón


Por Rafael Hernández Bolívar

La fotografía a Mohamed Mohiedin Anís sentado en el borde de la cama de una habitación en escombros se ha hecho viral en las redes sociales. En actitud serena y concentrada, mientras fuma su pipa, escucha la música que emite un viejo tocadiscos activado por manivela. Huyó de la Alepo devastada por las fuerzas antigobierno y retornó apenas el ejército sirio liberó la ciudad.

Su historia, al igual que la de muchos civiles, más allá de sus ideas, ahora es recomienzo, resurrección, esfuerzo. La serenidad y la voluntad de vivir que refleja la imagen fotográfica la refrenda con palabras: “Nuestra realidad es muy dura. Pero no bajamos la cabeza”.

En una terrible situación de incapacidad física, secuela de heridas recibidas defendiendo la gloriosa Revolución Rusa, Nikolai Ostrovski decía a su hermana: “Es verdad que no puedo mover ni un músculo y mis ojos no pueden ver nada. Pero eso no significa que todo está perdido”.

En nuestra historia patria es célebre la respuesta henchida de voluntad y de fe en la causa libertadora que Bolívar da a un Joaquín Mosquera temeroso de una inminente catástrofe de las fuerzas patriotas. El Libertador estaba enfermo, visiblemente debilitado, confrontando la deserción de contingentes importantes y hostigado por el enemigo, a la pregunta “¿Qué piensa hacer usted ahora, General?” contestó sin titubeos: “¡Triunfar!”.

En todas estas historias, con sus distancias evidentes, se repite junto a esa manifestación personal de la voluntad de vivir, acciones concretas en donde se hacen realidad los esfuerzos. Mohamed Mohiedin Anís, a sus 70 años, recuperando su vida, reconstruyendo su casa, sus negocios, su ciudad. Ostrovki dictando obras sobre las proezas del pueblo ruso, que manos solidarias trascribían y difundían entre las nuevas generaciones. Y la gesta libertadora de Bolívar es la concreción irrefutable de aquella voluntad expresada a Mosquera.

Hoy esta voluntad de vivir, de soñar y de construir una sociedad justa, democrática y socialista se hace cuerpo en millones de venezolanos.