miércoles, julio 08, 2015

La democracia venció el chantaje


 Por Rafael Hernández Bolívar

Cinco años de sometimiento a las recetas neoliberales de la troika condujeron a Grecia a la bancarrota, al sufrimiento del pueblo y a un engrosamiento colosal de la deuda externa. El Producto Interno Bruto disminuyó en un 25%, haciendo imposible el pago de la deuda y el sostenimiento del país.
Ante esta situación, Alexis Tsipras, Primer Ministro griego, planteó la necesidad de renegociar la deuda en términos de justicia que permitiera no sólo cubrir los compromisos sino también recuperar la economía y atender las necesidades básicas del pueblo. Sin embargo, tercamente, la troika rechazó los planteamientos del gobierno griego y exigió que Grecia continuara aplicando medidas tan perniciosas. Más aún, formuló un ultimátum en términos de que si no aplica las recetas establecidas suspendería las ayudas programadas.
En respuesta a este ultimátum, en una acción audaz, a la par que de gran responsabilidad histórica y sentido democrático, Tsipras convoca a un referendo en el cual el pueblo manifieste su voluntad de aceptar o rechazar las condiciones de la troika.
En una muestra descarada de intromisión en una consulta cuya decisión sólo le corresponde al pueblo griego, la troika suspende las conversaciones con el gobierno de Tsipras y corta el flujo de liquidez, obligando a cerrar los bancos. La población debió decidir en este escenario de angustia y de chantaje. Con toda razón, Yanis Varoufakis, dijo: “Lo que hacen con Grecia tiene un nombre: terrorismo”.
La derecha griega acentúa el terror. Los medios de comunicación privados despliegan una campaña histérica, pintando las catástrofes que caerán sobre Grecia si se atreve a desafiar el poder omnímodo de la troika. Exageran las dificultades ocasionadas por el cierre temporal de los bancos: Las colas, los pensionados que no pueden sacar dinero para comprar medicinas, etc. Presentan todo esto como un adelanto de las dificultades que se confrontarían si no se vota por el SI. 
Sin embargo, pudo más el pudor y la dignidad del pueblo griego. Superó el chantaje y el terrorismo económico y ejerció en las urnas su voluntad soberana de decidir su futuro.