martes, agosto 27, 2013

El cascabel al gato


Por: Rafael Hernández Bolívar

La archiconocida fábula de Samaniego ilustra este asunto de la lucha contra la corrupción: Los ratones extenuados por el hambre al que los sometía el gato guardián de la cocina estuvieron de acuerdo en que la solución era colgarle un cascabel para que el ruido del artificio advirtiera su presencia y permitiera escapar a tiempo. Pero la propuesta tenía un grave problema: ¿Quién le ponía el cascabel al gato? Como no encontraron a nadie para la misión no les quedó más remedio que continuar  rumiando frustración, lamentaciones e impotencia.

Esta ha sido nuestra lamentable historia republicana. La corrupción ha carcomido las mejores intenciones y los sueños más nobles. Los venezolanos hemos pontificado sobre la honestidad en el manejo de la cosa pública y hemos denunciado a quienes al amparo de las funciones de gobierno han enriquecido su patrimonio a las costas de la riqueza de todos y, en no pocos casos, de partidas elementales de atención a las necesidades más urgentes del pueblo.

Ante ello, sólo había espacio para la lamentación y la débil denuncia. Ni siquiera un asomo de rectificación y castigo. Gobiernos civiles y militares, por igual, devoraban los recursos y exhibían impunes el botín de sus rapiñas. No había un presidente que hablara seriamente de la cuestión. Al revés, algunos nos legaron claros ejemplos del apadrinamiento al flagelo. Valga un ejemplo: Tal como lo reseñó en su oportunidad Simón Saéz Mérida, el Presidente Raúl Leoni, ante el cuestionamiento que le hizo el CEN de AD por haber mandado a construir carreteras para el beneficio de familiares hacendados tuvo el cinismo de responder: “Yo no me he hecho Presidente para empobrecer a mi familia”.

Pero, finalmente, el Presidente Maduro ha hecho lo que todo venezolano honesto ansiaba. Le ha puesto el cascabel al gato. Ahora se trata de que instituciones y ciudadanos organizados pongamos nuestro esfuerzo para apuntalar estas acciones. Quienes se opongan son parte de la corrupción.