martes, julio 02, 2013

Las sinrazones de María Machado


Por: Rafael Hernández Bolívar
Ella dice que el 14 de abril a Capriles le robaron las elecciones. Y no oculta su decepción de que ese señor no muestra firmeza en sostener lo mismo, que, al contrario, después de los desplantes sangrientos del 15 de abril, se echó para atrás y tuvo miedo. Sostiene que no hay nada que le tema más el gobierno que a las conversaciones de ella con el Departamento de Estado gringo. Afirma que ella es militante de salidas no dialogantes, no electorales. Habla con absoluto desparpajo del desconocimiento al presidente, al gobierno, de golpes de Estado, de las protestas violentas tomando la calle y haciendo la vida cuadritos a los transeúntes y a la ciudad.
No presenta prueba alguna de cómo fue burlada la voluntad de los electores. Ante una exhaustiva auditoría solicitada por la oposición, la conducta es no participar de ella. Porque en realidad apostaban a que el CNE se negara a realizarla; pues, así sería la única manera de tener un “argumento”: La niegan porque hay gato encerrado. Pero cuando se realiza la revisión de todo el proceso electoral, la comparación entre actas y resultados, entre votos depositados y actas, verificación de los votantes, cotejo de huellas, etc., se retiran para no convalidar con su presencia la demostración de que no hay fraude alguno y que Capriles perdió las elecciones.
¿Hay razón para todo esto? Ninguna. Uno busca y sólo encuentra sin razones: El empeño de gobernar, -ya no digamos sin contar con las mayorías-, en contra de las mayorías. El afán de conseguir ese objetivo a cualquier costo: Del país, de su gente, de su futuro; así sea recurriendo a la ayuda del poder imperialista.

Y todo ello con el rostro contraído por la rabia, los labios fruncidos, los ojos fieros. A tal punto nos hemos acostumbrado a ese rostro descompuesto que estamos convencidos que la última vez en que lució distendido y sonriente fue cuando se tomó la foto con Bush.