Por: Rafael Hernández Bolívar
En realidad, la expresión “víctimas inocentes” es errónea; pues, supone una contrapartida absurda: víctimas culpables. Pero, en el periodismo venezolano se ha generalizado esta expresión para referirse a las muertes en situaciones en que las víctimas no tienen ni arte ni parte en el suceso: personas que quedan atrapadas en un cruce de disparos o son sorprendidas por una bala fría en la sala de su casa o son confundidas y reciben las balas que tenían otro destinatario.
Pero esta expresión, además de errónea es injusta porque contribuye a ocultar la grave crisis de la seguridad personal y terminamos por acostumbrarnos a la muerte de un ciudadano a manos del hampa en algún atraco o en algún secuestro: Es lo normal, es lo esperado. Y hasta se le responsabiliza por hacer resistencia o tratar de defenderse. La descripción se convierte en causa: Fue muerto porque opuso resistencia. No porque un delincuente desalmado le dio muerte en un acto criminal.
En esta última semana han saltado de las páginas de los periódicos por lo menos seis casos de estas características, solamente en Caracas. Durante el atraco a una camioneta, una mujer se lanza del vehículo en marcha, causándole graves lesiones que la conducen a cinco días de agonía, hasta su muerte. Una maestra, acompañada de su hija de cuatro años, queda atrapada en una balacera hamponil y una bala le provoca la muerte en el acto. En otro atraco de camioneta, al momento de bajar del carro, a un delincuente se le escapa un tiro y da en el rostro de uno de los pasajeros, ocasionándole la muerte. Una joven embarazada es muerta, en el interior de su casa, alcanzada por una bala fría.
Finalmente, muchas de estas muertes ni siquiera son investigadas. ¿De dónde vino la bala que dio muerte a quien estaba tranquilamente en un sillón en la sala de su casa? ¿Se toman las molestias para realizar estudios de balísticas y la planimetría correspondiente que permita ubicar el sitio exacto de donde salió el disparo? ¿Qué bandas eran las que se enfrentaron esa noche? ¿Cuál de ellas ocasionó la muerte? ¿Cuál fue el arma y quien disparó?
Parece que la policía tiene mucho trabajo con las muertes motivadas para investigar además estas otras, casuales e inmotivadas. Los daños colaterales de una guerra que está ganando la delincuencia.
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