Por Rafael Hernández Bolívar
Uno de los presentadores estrella de la cadena de noticias FoxNews, Greg Gutfeld, ha dicho, entre gestos de irritación y molestia, que el Papa Francisco “es el hombre más peligroso del planeta” y, para hacer más patética la estrambótica acusación, agrega: “no le faltan más que los rastas y un perro con un pañuelo, y podrá manifestarse en Wall Street". Los comentarios se producen en un programa en que se reseñaba la reciente encíclica papal Laudato, si’, en la cual el Papa Francisco plantea que todos los hombres de buena voluntad definamos y llevemos a cabo una relación respetuosa con nuestro ambiente y deshagamos prácticas y conductas que le han hecho mucho daño al planeta y amenazan con su destrucción.
De manera involuntaria el presentador nos revela la razón de su agresión y centro de sus pagadas atenciones: Wall Street. Es decir, sus intereses de máximo beneficio, sin la menor preocupación por el daño humano o ecológico que suponga la obtención de esa codiciosa meta.
El Papa Francisco ha dotado su labor evangélica de una profunda comprensión de las causas reales de los problemas de las sociedades contemporáneas y ha topado con los depredadores del planeta, los explotadores de los recursos y de los hombres en función de beneficios particulares. Y ha ido a más, lo ha dicho como forma de tomar conciencia de la gravedad de la situación y la necesidad urgente de los cambios. Este sistema de desigualdades y de exclusión que mata nuestro planeta no da para más. Por supuesto, como ya se ha dicho, “la verdad es revolucionaria” y, ante su revelación, se irritan explotadores y farsantes.
Inevitablemente las prédicas de amor, de solidaridad y de justicia con que el Papa Francisco impregna su compromiso religioso levantan ronchas en los centros de poder.
También sin proponérselo el presentador Gutfeld ha reivindicado a los jóvenes neoyorkinos que protestaron frente a Wall Street. Hoy deben sentirse acompañados por el Papa.