miércoles, octubre 02, 2013

De estúpidos a locos


Por: Rafael Hernández Bolívar

Quien lo dice es el Premio Nobel de Economía 2008, el célebre economista Paul Krugman: El Partido Republicano de los Estados Unidos ha pasado de ser un partido de estúpidos a ser un partido de locos. Y no es que, por contraste, los llamados demócratas sean más aventajados. En lo que a los latinoamericanos nos atañe, el comportamiento imperialista está repartido en proporciones iguales en ambos partidos y quizás pueda cambiar ligeramente cómo materializan esa política imperialista, cómo despliegan sus armas de destrucción y cómo implementan su propaganda de guerra.

Krugman se refiere a otra cosa: Al empeño republicano de quebrar al gobierno demócrata mediante la suspensión de pagos,  incluso en programas previamente aprobados por el Congreso, así como a la pretensión de obtener por chantaje una modificación sino la total congelación de las tímidas reformas al sistema de salud norteamericano que impulsa Obama. Y todo ello porque, fieles a los intereses del gran capital, no están dispuestos a cederle “ni un tantico así”,  como diría el Ché, a los trabajadores y los sectores desposeídos de la sociedad gringa.

La crisis económica ha hecho más ricos a los ricos y más pobres a los pobres y en el interín acentuó la proletarización de la clase media. Desde la óptica capitalista, Krugman ha insistido inútilmente en que se incremente la creación de empleo; pues, si la gente no tiene ingresos no hay manera de comprar televisores, neveras, vehículos y cuanto artilugio crea la sociedad de consumo.


Ya era un comportamiento estúpido pretender recuperar el gobierno resucitando ideas atrasadas fundamentadas en valores antidiluvianos, como los encarnados por Sarah Palin, entre otros candidatos republicanos de igual catadura y peor estampa, sino que esto de aplicar a las disputas de poder internas las mismas recetas comunes de chantaje y ahorcamiento económico que aplican a los países de América Latina ya es el acabose; es decir, la locura.