miércoles, septiembre 27, 2017

Energúmenos en acción


Por Rafael Hernández Bolívar

La Real Academia Española de la Lengua precisa la definición de la palabra energúmeno en términos de “persona poseída del demonio” y “persona furiosa, alborotada”. La oposición ultra venezolana de los últimos años ha querido con su ya típica conducta troglodita darle cuerpo al concepto y perfilar sus contornos específicos. Quizás explicada esa pretensión por el sentido griego de energúmeno: “influido por un mal espíritu”.

Hasta hace poco se reservaba este término para quien poseído transitoriamente de la rabia o presa de un ataque de cólera perdía el control de sí mismo y de sus actos. O bien para personas que ante las situaciones de tensión o conflicto tendían a reaccionar con insolencia o violencia. Pero en el aporte de la ultraderecha criolla hay elementos adicionales: la planificación y la inducción.

Es decir, se ha perdido la espontaneidad que podría bañar de cierta indulgencia o por lo menos una equilibrada comprensión ante una explosión de rabia debido a un hecho manifiestamente injusto o abusivo, o que se suponga como tal. Ahora la conducta energúmena es premeditada, planificada, escenificada y ejecutada en el momento oportuno.

Con el guión aprendido y dotados de los recursos indispensables (infaltable el celular con los números telefónicos de los medios correligionarios y con capacidad para grabar videos, alguien que maneje el equipo y algunos “casuales” espectadores de apoyo) salen al lugar del que se han informado o les han informado que acude algún funcionario del gobierno o un dirigente político.

Ejecutada la acción energúmena, se edita el video suprimiendo respuestas dignas del agredido o expresiones de solidaridad de quienes son sorprendidos por la salvajada. Se difunde el video a través de medios a su alcance -las redes sociales y los medios correligionarios- con la invariable presentación: ciudadano reacciona indignado ante chavista.

Tanta impostura hay en estas conductas que quienes más destacan en la labor son los actores. Virgüez sobresale hasta la ridiculez en eso de hacer de energúmeno.