miércoles, agosto 19, 2015

El botín de Vicente Fox


Por Rafael Hernández Bolívar

La primera recomendación de Vicente Fox  a la oposición venezolana es que posponga el reparto del botín hasta después de desplazar al Presidente Nicolás Maduro. Sin tapujos ha dicho el ex presidente mejicano y fiel representante de los intereses norteamericanos: "No es momento de repartirse el botín o de repartirse las posiciones de poder, es momento de unirse en una lucha contra un dictador, un autoritario como Nicolás Maduro".
Pocas veces el descaro se revela con tal claridad. ¿Pueden las personas honestas repartirse un botín? Sólo los delincuentes pueden hacerlo: antes o después de obtenerlo. Fox propone que sea después.
Por lo menos tres cosas están asociadas a ese consejo: a) El Presidente fue elegido democráticamente en un marco constitucional de derecho, lo cual significa que nadie diferente al pueblo, en elecciones libres, puede desplazarlo y, mucho menos, una confabulación de conspiradores financiados por EEUU. b) Al usar la palabra botín, Fox, por la calle del medio, dice de lo que se trata: Un acto de piratería, de asalto, de violación de la institucionalidad, de pisotear la voluntad soberana del pueblo. El diccionario de la RAE no admite dudas: “Botín. Beneficio que se obtiene de un robo, atraco o estafa”.  3) Una oposición que sufre de impulsividad crónica, incapaz de posponer recompensas, ganada para los atajos, ¿puede esperar pacientemente que el trabajo constante de comunicación con el pueblo, de comprender y asumir sus problemas y metas, genere el hipotético respaldo electoral de un pueblo que no cree en ella? Yo creo que no. Ni ellos tampoco. Se devorarán ferozmente; zancadillas y puñaladas traperas afloraran a borbotones al vislumbrarse la más remota posibilidad de triunfo.
Porque del egoísmo y los intereses personales no puede surgir sino la trampa. O para decirlo en las cáusticas palabras del recordado Luis Beltrán Prieto: “De la cueva de Alí Babá, ¡no pueden salir sino ladrones!”