Por: Rafael Hernández Bolívar
Estos son momentos de esperanza en Grecia y alguien podría preguntarse si se justifica la alegría manifestada por muchos venezolanos ante la victoria de Syriza, la unidad de izquierda ganadora de las últimas elecciones, y la juramentación de su lider, Alexis Tsipras, como Primer Ministro. O, dicho en otros términos: ¿qué tiene que ver con nosotros lo que ocurre en ese país?
Los griegos tienen que ver mucho con los venezolanos. No digamos ya con los de la antigüedad; es decir, con Sócrates, Pericles, Platón, Heráclito, Tales, Aristóteles, Homero y un largo etcétera de muestras extraordinarias de pensamiento e ideas que han conformado las instituciones y las prácticas que hoy llamamos la cultura occidental que, en ese caso, compartimos con gran parte de la humanidad.
Me refiero a otros griegos más cercanos en el tiempo que han compartido nuestras angustias y acompañado en las luchas al pueblo venezolano. Valgan dos ejemplos: Mikis Theodorakis, el gran compositor que saludó con entusiasmo el movimiento del socialismo democrático surgido en nuestro país en la década del 70. Movimiento éste –dicho sea de paso- que, para desgracia de todos, nuestros “brillantes” dirigentes convirtieron en espacio para la renuncia ideológica, el arreo de banderas y la frustración del espíritu revolucionario.
Más recientemente han sido continuas las expresiones de solidaridad y defensa a la Revolución Bolivariana por parte de los sectores progresistas griegos que han hecho suya la consigna: ¡Manos imperialistas fuera de Venezuela!, coreada en marchas y concentraciones.
La derrota del capital, por ahora en el plano político, en cualquier parte del mundo, es también nuestra victoria. Felicidades por Grecia y felicidades por nosotros que nos estamos reencontrando con nuestros compañeros en las victorias. Felicidades por Theodorakis que aún anciano, 89 años, participó hace pocos meses, en las protestas contras las políticas opresoras del gran capital contra su país.