Con estas palabras advirtió el Presidente Chávez las dificultades y los ataques que confrontarán los revolucionarios en los días por venir. Quiero hacer mía esta advertencia; pués, entiendo que la confrontación ideológica surgida a raíz de la no renovación de la concesión de RCTV a puesto de manifiesto no sólo la agresividad y recursos de sectores opositores criollos e internacionales sino que también reveló mucho de las deficiencias y torpezas del lado de la revolución.
Comencemos por admitir que efectivamente las marchas estudiantiles de los días anteriores fueron numerosas y que sus participantes estaban convencidos de que su protesta era por la libertad de expresión y la democracia. ¿Cómo gran cantidad de jóvenes asumen la defensa de la reacción y terminan confundiendo los intereses particulares de Marcel Granier con el ejercicio colectivo de la libertad de expresión? ¿Por qué los argumentos de los sectores revolucionarios fueron ignorados o rechazados por estos jóvenes?
El episodio de la Asamblea Nacional mostró que la oposición no tiene argumentos. Pero también puso de manifiesto que debemos confiar más en los jóvenes revolucionarios que presentaron batalla esgrimiendo razones y alimentando sus discursos con la convicción de estar construyendo una patria justa, democrática y participativa. Demostraron que no hay que esquivar la confrontación ideológica y que hay que aprovechar cualquier escenario de discusión para exponer las razones de la revolución.
Más aún, enseñaron el camino que hay que seguir: La discusión argumentada, democrática y pacífica promoviéndose en el seno del pueblo, reconociendo a nuestros oponentes como iguales, escuchando sus planteamientos y dando respuestas a la incertidumbre. En esas circunstancias ganaremos todos, ganará la revolución incorporando perspectivas y posiciones diferentes que se integran en un mismo proceso de transformación.
Y esto no significa que no estemos alerta en relación a la reacción troglodita y apátrida que se mueve tras bastidores. A la par de combatirla, debemos dar el debate que gane a las grandes mayorías para la Revolución. No podemos abandonar ningún sector de la población a la perniciosa influencia de la reacción y el imperialismo.
sábado, junio 09, 2007
Que nadie cante victoria
Por: Rafael Hernández Bolívar
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