martes, diciembre 19, 2017

Escasez de sesos


Por Rafael Hernández Bolívar

A riesgo de que me sea devuelto la calificación encerrada en el título de este artículo y que se me acuse de no ver o negar la realidad, me permito definir como estupidez extrema la realización y difusión de un video en que una persona toma al azar cápsulas de un blíster del medicamento Calcitriol, destapa las cápsulas, muestra que no contienen nada y concluye diciendo “estos son los medicamentos gratuitos que le dan a personas enfermas en nuestro país”.

El único elemento presentado como veraz es el hecho mismo de que la cápsulas parecen vacías. No se identifica la institución o persona que entrega el medicamento; ni quien lo recibe ni quien lo denuncia. 

Ahora bien, ¿se puede cerrar una cápsula vacía? Si. Basta con comprar una máquina encapsuladora manual que se consigue en internet en 289 dólares (la oposición tiene dólares) o, lo más probable, acudir a un empresario que la posea para que haga el favorcito. Lo demás es cortar y coser. Se introducen los blísteres en una caja de las entregadas por el gobierno, se graba el video de unas manos sacando un blíster de la caja, se toma una capsula al azar, se destapa, se muestra que está vacía y se finaliza con el mencionado mensaje de denuncia.

¿Motivación para difundir una mentira? ¿Crear desconsuelo, incertidumbre, desesperación? ¿Atacar al gobierno que enfrenta una situación difícil con una baja descomunal de los precios del petróleo y sabotajes económicos y de todo tipo impulsados por intereses foráneos y una oposición desnaturalizada?

Lo insólito es que el video ni siquiera es venezolano. Fue hecho en Ecuador en el 2016 y en su oportunidad el Presidente Correa demostró la falsedad y la manipulación encerradas en la denuncia. (Ver la web).
Pero, ¿cuál es el fin de difundir una afirmación no sostenible que cualquiera puede poner en duda y deducir su falsedad? Pretenden convertirla en verdad por medio de la abundancia de la mentira. Antes de que se demuestre su falsedad, la sustituirán por otra. Apuestan a que algo queda. 

martes, diciembre 05, 2017

Nobleza obliga


Por Rafael Hernández Bolívar

A petición del comunicador social Pedro Carvajalino, parte agraviada en los hechos de agresión suscitados por opositores en el Hotel Hesperia de Valencia, el Ministerio Público acordó la libertad de los agresores detenidos. La medida tomada incluye charlas y conferencias para fomentar la tolerancia que los involucrados deben realizar en escuelas y universidades.

Éstos, a su vez, expresaron en un tono y ambiente distendidos, su agradecimiento por el gesto de Carvajalino, al igual que el repudio y el arrepentimiento por estos hechos violentos y la esperanza de que no se repitan en el futuro entre los venezolanos, por más radicales que sean las posiciones políticas enfrentadas. 

Resulta conmovedor el desenlace de aquel evento tan bochornoso, en su momento difundido profusamente en las redes sociales, en unos casos difundido como “victoria” y, en otros, como expresión inequívoca de las prácticas violentas de la oposición política venezolana. 

La resolución trae un aliento esperanzador a los venezolanos de buena voluntad, amantes de la paz, de la democracia y de la tolerancia. Las tensiones derivadas de posiciones políticas divergentes deben resolverse en la libre confrontación de las ideas y resueltas por la voluntad de las mayorías expresada en los mecanismos democráticos de participación. Esta experiencia ha sido aleccionadora para todos y se ha resuelto favorablemente para la sociedad, para los agredidos y para los agresores, sin vencidos ni vencedores porque la gran vencedora ha sido la tolerancia.

Bien por la noble conducta del perdón por parte de Pedro Carvajalino y bien por la digna responsabilidad y sentido autocrítico con que las personas involucradas asumieron los hechos. Ni la venganza ni la retaliación pueden formar parte de la vida política de los venezolanos. Los incitadores al odio deben recibir, sin atenuantes gratuitos, los castigos previstos en las leyes; pero, los ciudadanos que arrastrados por la propaganda y la desinformación incurren en hechos violentos circunstanciales deben tener un trato diferente. Desde hace tiempo se ha establecido la proporcionalidad de las penas.