jueves, febrero 23, 2012

Extrañas maneras de sacar cuentas



Por: Rafael Hernández Bolívar

A la oposición  las estadísticas no se le dan bien.  No son su fuerte.  Por más que expriman los datos no pueden arribar a conclusiones y proyecciones consistentes. No hay manera que cuajen sus anhelos y se premien sus desvelos.  Las interpretaciones maniqueas siempre arrojan una mayoría a su favor y los números, por más que evidencien lo contrario, le conduce a la convicción de que las fuerzas revolucionarias gobernantes aparecen disminuidas y en desbandadas.  En fin, cada loco con su tema.

Cada precandidato manejaba sus cifras y concluía que el triunfo, su triunfo, era indisputable. María Machado, partiendo de una supuesta mayoría del pueblo a favor del capitalismo, pensaba que siendo ella la más frontal defensora de ese sistema, lógico le votarían masivamente. Graterón, en Chacao, decía que su gestión era aprobada por el 80% de los ciudadanos, lo que a su juicio significaba el 80% de los votos. Ambos salieron con las tablas en la cabeza. Machado obtuvo menos del 1% del registro electoral nacional, menos de la mitad de los votos que obtuvo como diputada. Y Graterón convirtió la urna electoral en sepultura política.

A partir de la participación obtenida en las primarias –volumen que no le consta a nadie- saca proyecciones insólitas y descabelladas. Resultó patético Capriles diciendo: “Si cada votante busca dos votos para mi candidatura, obtendríamos nueve millones de votos en octubre…” ¿?!!!  ¿De dónde van a salir esos dos votantes? La verdad es que el universo que tienen para crecer es limitado. Siendo optimistas y aceptando como válida la cuestionada cifra de participación, lo más que llegarían a alcanzar sería su propio techo: cinco millones de votantes. Aun suponiendo de manera infundada que Chávez no crezca, ¿de dónde sacarán los otros dos millones que les faltarían para igualarlo?

Inevitable recordar la empresa gringa que con la promesa de convertir a incautos en millonarios les decía que colocando sus productos entre sus amistades muy pronto tendrían enormes ingresos. Pronto descubrieron que sus amistades también caían en el juego, terminando todos con grandes provisiones de los mismos productos, para beneplácito de un solo beneficiario: La empresa.

lunes, febrero 20, 2012

No se lo digas a nadie


Por: Rafael Hernández Bolívar

Cuando Julio Borges habló de que la oposición para poder crecer tenía que enamorar a los chavistas, entendí tal afirmación como una metáfora. Se trataría de mostrar a la gran mayoría del pueblo las virtudes y los atractivos que ellos creen forman parte de su pensamiento y su actuación política. Nunca imaginé que la recomendación la hacía y se la tomaban con la seriedad de un plan. Aunque asumiera en la práctica la forma menos santa del enamoramiento: La seducción.

Es decir, no es la expresión transparente de los afectos, de las virtudes y de los defectos. Ni tampoco la declaración sin medias tintas de las ideas y los principios. Nada que ver. Se trata de seducir, de encandilar, de distraer la atención sobre asuntos que desvíen la mirada de cuestiones medulares e importantes.  La táctica es ocultar las verdaderas intenciones, exaltar virtudes inexistentes, engañar. El estilo donjuanesco desplegando sus maniobras sobre las obnubiladas doncellas: “obrar peor, con mejor fortuna”.

El primer paso es lograr la complicidad de la víctima y hacerla partícipe de sus tropelías fuera de la vista pública. “No se lo digas a nadie. Esto es entre tú y yo”. No es un amor casto y auténtico que se proclama con dignidad a los cuatro vientos. No. Es un amor bastardo que requiere de la obscuridad, de las palabras en voz baja, de los papeles cifrados, etc. Para decirlo con Aquiles Nazoa en la seducción de Eva:

“No le hagas caso, mujer,
Si quieres comer manzanas
No te quedes con las ganas
Que nadie lo va a saber”
La oposición no fomenta la valentía ciudadana: Yo, ciudadano de este país, de manera clara y firme expreso mi opinión. La oposición fomenta la cobardía: Yo, que tengo una opinión sobre lo que ocurre en mi país, la expreso de manera anónima. ¿Puede ganar confianza entre el pueblo una corriente política que lo primero que le pide es que no asuma la responsabilidad de lo que piensa? A diferencia del amor, la política siempre debe ser  pública.
Aunque a decir verdad las posiciones políticas que asumen estos sectores no son precisamente para exhibirse. No es para sentirse orgullosos ser defensor de los explotadores. Ni resulta exultante mostrarse descaradamente partidario de los intereses del imperio. Se requiere, entonces, de la simulación. Ocurre lo que algún religioso llamaría la conciencia del pecado: Saben que están obrando mal y conviene mantenerse alejados de la luz.
En el caso de los cuadernos de votación, utilizados en la consulta electoral para escoger candidatos, esta conducta resulta obvia.  La oposición necesita mantener el miedo. Crea fantasmas para aterrorizar a sus partidarios. Y explotando el terror, refuerzan su liderazgo e influencia. Dicen: “El gobierno perseguirá a quienes voten en las primarias de la MUD… Pero, no se preocupe, usted está seguro. Nosotros ocultaremos su identidad. Nosotros destruiremos los cuadernos de votación”.
Como el comportamiento de las instituciones del Estado ha sido ejemplar, respetuoso y colaborador, hay que concluir que esa conducta de la MUD tiene otras intenciones. No están protegiendo la identidad de quienes votaron: Están ocultando toda traza que permita establecer el número real de votantes, toda huella que permita dilucidar si en el proceso hubo irregularidades, todo elemento que pueda conducir a la protesta de algún competidor defraudado o estafado.  ¿Y el elector? Responden: “No se preocupe. Nosotros lo defendemos. Nosotros pensamos por usted. Nosotros comprendemos sus temores y le defenderemos. Nosotros decidimos por usted”.

jueves, febrero 09, 2012

Este domingo hay que llamar a María


Por: Rafael Hernández Bolívar

Hace algunos años leí o escuché -no recuerdo dónde ni a quién- una versión sobre el origen de la frase “¡Hay que llamar a María!”. No la religiosa que asocia esta expresión a la Madre de Jesús, invocada en momentos de dificultad extrema. La versión a la que me refiero, aunque pueda sonar irreverente es, sin embargo, divertida.

Todo comenzó cuando Juan presentó un examen para optar por un puesto de operador de vías en una empresa ferrocarrilera. En un momento de la prueba le preguntaron:

-¿Qué haría usted en caso de que dos trenes, desde direcciones contrarias, se dirigen a gran velocidad a un punto de intersección de vías?

-Cambiaría las vías para evitar la colisión y advertiría por la radio a ambos trenes.

-Suponga que las guías están atascadas y la radio no sirve.

-Entonces, saco las banderas de señales y hago las advertencias necesarias.

-Ocurre que es noche oscura y no se pueden ver las banderas, ¿qué haría usted?

-Encendería la linterna y con las claves convenidas advertiría del peligro.

-Pero no hay linterna.

-Encendería una antorcha y con ella hago las señales.

-Sin embargo, está lloviendo y no hay fuego que se sostenga, ¿qué haría  usted?

A esta altura del interrogatorio, Juan cruza los brazos, respira profundamente y dice:

-En ese caso, llamo a María.

-¿A María? ¿Y quién es María?

-María es mi mujer.

-Y ella, ¿qué tiene que ver?

-¡Nada! Pero la llamo para que venga a ver ¡el tremendo carajazo que se van a dar esos dos trenes!

Este domingo hay que llamar a María. A María Machado, para más señas. Para que vea la tremenda caída de nalgas que se va a dar ese día al constatar que ni aún entre los escuálidos prende el discurso troglodita de la resurrección del capitalismo salvaje; ni la insolencia de los insultos gratuitos que permite la democracia; ni los montajes, la demagogia y los gestos falsos. Ni el respaldo descarado de intereses foráneos ni la bendición de Bush.

jueves, febrero 02, 2012

Agradeciéndole al victimario



Por: Rafael Hernández Bolívar

La prensa reseña que en Galicia un hombre manifiesta agradecimiento y hasta satisfacción porque un banco le ha quitado su casa.  Y va a más: Pide, acompañado de otras personas en situación similar, que otros bancos sigan este ejemplo de dejar a familias sin casa a cambio de sus hipotecas. http://www.farodevigo.es/comarcas/2012/01/29/gallego-salda-hipoteca-entregar-piso-proteccion-oficial-banco/619000.html

De lo que se trata es que en España las deudas se respaldan no sólo con el inmueble hipotecado sino con cuanto posea el deudor y, en caso de ejecución de la hipoteca, si ésta no cubre la deuda, se embargan las cuentas, el automóvil, el televisor, la nevera y cuanto patrimonio habido y por haber pueda saldar la totalidad de la deuda.  Se entiende así la alegría del sin casa de la noticia. De esta manera logra que cesen la persecución y el permanente arrebato de sus bienes.

Le venden la casa por encima de su valor; le quitan la inicial y al saldo le suman los intereses; el comprador paga sus cuotas, aportando una minúscula porción al capital y la mayor parte a los intereses. Si se queda sin trabajo, el banco le quita la casa y cuanto posea para cancelar la deuda. ¿Y el Estado? Le dice que el banco tiene toda la razón.

¿Por qué ocurre? Porque la ley lo establece así. Porque la explosión de la burbuja inmobiliaria barrió los precios inflados. Porque la crisis ha dejado sin trabajo a los deudores. Porque los jueces aplican leyes que benefician al capital y los legisladores no respaldan leyes que perjudiquen a los poderosos.

Por contraste, se manifiesta la diferencia entre un Estado de Derecho a secas y un Estado Democrático y Social de Justicia y de Derecho como el que establece la Constitución venezolana. Aquí los ojos y el corazón están puestos en lo humano, no en los intereses del capital.